VIDA SIMPLE

VIDA SIMPLE

miércoles, 25 de julio de 2012

miércoles, 18 de enero de 2012

ASIHABABLAMIVOZ

Fantasmas de una ciudad poblada, errantes,
sentados en los montes vestidos como Zaratustra,
delirantes como el marqués. Engreídos, más aun, poseídos de silenciosas tormentas.
Agonías de una mañana obscura.
Sería mejor pensar en desiertos, secos y angustiados de todo,
que a tenerlo todo y desear tener nada.

martes, 1 de noviembre de 2011

¡NO OLVIDAR!

Queda prohibido levantarse sin ilusiones, vestirse sin esperanzas, salir a la calle sin fe... y andar sin amor.

sábado, 4 de junio de 2011

Maravillas de un cenicero


Un hondo y estupefacto escape para las debilidades y remordimientos,

Furia enterrada con pasión.

Elevados tú y yo.

Con alas caminaremos lánguidamente por el sendero de lo ordinario,

De lo vulgar, de lo imperdonable.

Olvidar que alguna vez existieron prejuicios y remordimientos.

FUCK!

viernes, 24 de diciembre de 2010


Amore

Infinitas fantasías, estrepitosas alegrías y estridentes desavenencias. Un narcotismo romántico, excéntricos pensamientos, excitación de los sentidos, eterno idiotismo e ilícita obsesión, dicha imperturbable e inagotables deseos…

Mil y una palabras para descifrarlo, una vida para comprenderlo. Vida que me escogió para sentir en carne propia lo que significa tan hermosa sensación.

Mi amor tú eres la vida, tu eres mí vida..

Te amo.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Invierno Soleado


Las gotas de agua se arrastraban por mi ventana como cada mañana después de una noche embebida, tan lentamente como el abrir y cerrar de mis ojos abigarrados. No recuerdo el día –jamás lo hice-, las nubes no vestían el cielo, aun así la luz era indiferente. Supe que era el momento, me obligaba a eliminar toda abnegación a mis deseos, no existían ya los límites, Era el momento.
Siempre aborrecí los inviernos, donde las calles se visten del más fúnebre gris terciopelo, donde las tristezas más profundas y olvidadas florecían con el alba, Siempre odié el invierno, el invierno desolador, pero aquel que presenciaba tenía algo inconmensurable, el frío opaco de pronto se transformo en un resplandeciente calor, y tal calor, en el más puro e intenso amor. Amor de esos inesperados, de los que abrigan hasta los más altos montes nevados y las almas más desventuradas.


Parada frente al mar, voltíe y allí estaba.